Camino de Santiago 2023. Etapa Prólogo

27 de julio de 2023.

Por fin llegó el día. Después de tanta planificación, ajustes de agendas, logística de transporte y demás tareas comenzó nuestro camino 2023, una experiencia inolvidable.

Empezamos sólo 3 de nosotros, Jaime, Javi y yo. Miguel Ángel Suárez no se incorporará hasta el día 1 en Burgos, pero eso ya os lo contaremos.

Iniciamos la aventura recogiendo la furgoneta en Leganés. Tras los papeleos correspondientes, volvemos a casa a montar las bicis y salimos emocionados dirección Pamplona. A Javi le toca conducir, pues está a su nombre el alquiler, pero con su experiencia con otras furgos se demuestra enseguida con soltura en la conducción.

El viaje transcurre con tranquilidad, poco tráfico y amenas conversaciones admirando los distintos paisajes que vamos atravesando.

Llegada la hora de comer, paramos en un restaurante de carretera en Panzares. Allí nos comimos unas patatas a la riojana de escándalo y disfrutamos de las vistas, con una pared de roca impresionante a nuestra vera.

Después de comer tocó seguir la ruta hacia Pamplona. El camino coincidía a partir de ahí con el Camino de Santiago e íbamos buscando los carteles del camino.

Tras un par de horas más en coche llegamos a Pamplona. Allí nos recibió una lluvia ligera mientras montábamos las bicis en el techo del taxi que nos debía llevar hasta Roncesvalles. Por el camino, el taxista muy amable nos fue indicando los distintos puntos que habríamos de pasar el día siguiente en nuestra primera etapa.

Finalmente, llegamos a Roncesvalles, un lugar que te llena de emoción al saber que ya estás allí y el camino empieza de verdad.

Nos alojamos en el albergue de peregrinos y aprovechamos a dar una vuelta entre la lluvia intermitente. Observamos los majestuosos edificios con la típica arquitectura pirenaica, fornidas paredes de piedra y tejados de pizarra.

Aprovechamos para ir a la misa del peregrino y, tras acabar la misa, el párroco se ofreció a hacernos una visita guiada a la ermita. Si váis por allí no os lo perdáis, es un privilegio poder escuchar sus explicaciones y, sobre todo, poder bajar a la catacumba mientras nos deleitaba con una clase de historia y arquitectura.

Salimos ya tarde para cenar en los bares de alrededor así que, esa noche, cenamos unos bocatas de las máquinas de vending. Nos vamos a acostar con los nervios y la ilusión por el comienzo del camino y, soñando con las aventuras que nos sorprenderán a lo largo de las próximas 2 semanas.

Aquí os dejamos el álbum de fotos del día: